Como un símbolo de la grave crisis que sacude al sector textil, la fábrica Textiliana que produce los sweaters Mauro Sergio anunció este jueves la suspensión de más de dos tercios de su personal por cuatro meses y medio.
La reducción de los aranceles a la importación de ropa decidida por Luis «Toto» Caputo en marzo pasado desestabilizó a la industria textil nacional que, solo en agosto pasado, contrajo su producción en un 18%.
Esa apertura de las importaciones redundó una drástica caída de las ventas que produjo un sobre-stock en las pymes textiles nacionales que, a la vez, repercutió en una espiral de suspensiones y despidos que crece y no se detiene.
Solo en lo que va de 2025, ya se perdieron cerca de 5 mil empleos en el sector textil. En el caso de Mauro Sergio, que tiene su temporada alta de producción en otoño-invierno, decidió suspender 175 trabajadores, de una planta que, en total, cuenta con 250 operarios.
La decisión fue comunicada tras una audiencia realizada con el Ministerio de Trabajo. Durante el período de suspensión, los trabajadores percibirán el 78% del salario de bolsillo, aunque no se realizarán aportes jubilatorios.
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Pero la mayor preocupación está en la incertidumbre del regreso. De eso dependerá que la producción muestre signos de mejora.
Por lo pronto, en las empresas la bronca está centrada por la apertura de importaciones que impulsó Caputo: «Cuando estábamos esperando la baja de impuestos, nos despachamos con que el Gobierno le bajó el impuesto a los chinos», dijo el titular de la Cámara Texil de Mar del Plata, Guillermo Fasano.
Además de la decisión aperturista, los textiles nacionales acusan una «falta total de control de calidad y seguridad» de la ropa que ingresa al país, por lo que denuncian el «ingreso de productos contaminantes».
Asamblea de trabajadores de Mauro Sergio tras conocerse las suspensiones.
En el caso de Mauro Sergio, también se anunció el pago del aguinaldo en dos cuotas. A priori, la empresa había propuesto seis meses de suspensión pero, en la negociación con el gremio, el plazo se redujo a cuatro y medio.
Siendo uno de los bastiones de la industria textil nacional, Mar del Plata, es uno de los termómetros de la situación del sector. Ahí, se registró una evidente reducción de la capacidad instalada.


