En Córdoba, las repercusiones de lo que fue la presentación del Presupuesto 2025 a cargo del presidente Javier Milei fueron bastante moderadas. Ningún funcionario de primera línea salió a cruzar la tensión que el libertario reabrió con las provincias, como así tampoco lo hizo el gobernador Martín Llaryora, de viaje por los Estados Unidos desde la semana pasada con escalas en Houston, Washington y Nueva York.
Si bien lo previsible era una reacción a modo de recordatorio en relación con un equilibrio fiscal que «Córdoba viene realizando desde hace años», como repiten en el Centro Cívico, entre el final de la semana pasada y el arranque de esta sobrevoló en algunos despachos provinciales la expectativa por un fallo favorable de la Corte Suprema de Justicia por los fondos adeudados de la Nación a la Caja de Jubilaciones.
Particularmente, un alto funcionario e integrante del llaryorismo puro reconoció a LPO que después de la última reunión de los tres gobernadores de la Región Centro, Llaryora, el santafesino Maximiliano Pullaro y el de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, el radical avanzaría en el achique con la Corte por el reclamo de los fondos previsionales.
«Quedaron ellos en hacer la gestión porque encararon la reforma previsional en Santa Fe y deben empezar a ajustar», dijo el funcionario cordobés.
Los gobernadores aliados rechazan el ajuste de USD 60 mil millones que les pidió Milei
En Córdoba aguardan por una resolución similar a la que en su momento obtuvo el exgobernador Juan Schiaretti antes de que comenzara de manera oficial la gestión de Mauricio Macri, en noviembre del 2015. Y hay llaryoristas que amparan esa teoría, además, como una especie de salvoconducto de la Corte con los gobernadores en plena tensión de la Rosada con las provincias.
La otra cuestión está en los antecedentes más políticos que jurídicos de los fallos de los supremos en este sentido y los contextos. Desde ese lugar, y después de un hermetismo con distancia entre los supremos con Milei, apuntan a un gesto de la Corte que obligue al primer mandatario a comenzar con el envío de fondos de Anses a la Caja de Jubilaciones y de manera actualizada en los intereses más el capital por una deuda que se empantanó en la gestión de Alberto Fernández.
En tanto, aquellos cordobeses con despachos en el Congreso son más cautos y moderan la expectativa. Aunque reconocen que, sin el detalle de lo que resuelva la Corte, el tema de los fondos de la Caja de Jubilaciones fue uno de los puntos que marcó la vicegobernadora Myrian Prunotto en el Zoom con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Tras la reacción de los gobernadores moderados a la embestida de Milei.
Con timming, Llaryora sabe que no es el momento de salir a confrontar con el Presidente. En primer lugar, porque le abre una tensión con una buena porción del electorado en Córdoba como ocurrió en la primera parte del año; pero, fundamentalmente, porque la firma del ala económica del Gobierno, con ‘Toto’ Caputo a la cabeza, es la llave de acceso al crédito internacional que hoy tiene la Provincia.
Además, el desprendimiento de la obra pública para que la administren los gobernadores fue otra buena señal para la administración llaryorista que transita las semanas previas a la discusión por el Presupuesto sin las tensiones de los opositores a Llaryora en Córdoba. Sobre todo, el jefe del bloque radical en Diputados, Rodrigo de Loredo.
De ahí la necesidad del titular de la bancada de la UCR por remarcar la semana pasada que fueron varios los diputados que no acompañaron el veto por la movilidad jubilatoria de Milei. «Los de Llaryora y Schiaretti se movieron igual que nosotros y no pagaron ningún costo», fue uno de los análisis que se hicieron el fin de semana en el campamento deloredista. Mientras miran de reojo cómo se mueve en el Senado el otro opositor a Llaryora, el jefe del bloque PRO, Luis Juez.
Fuente: LaPoliticaOnline.com
