La diputada Rocío Bonacci votó a favor de la moción planteada por el jefe del bloque UP, Germán Martínez, para poner en consideración un proyecto que promovía la expulsión de los legisladores que visitaron a Alfredo Astiz y una decena de represores que cumplen sentencia en el penal de Ezeiza. Si bien la iniciativa no prosperó ante el rechazo del oficialismo y los aliados radicales, macristas y pichettistas, la acción de la rosarina activó todas las alertas en la bancada conducida por Gabriel Bornoroni.
Bonacci fue una de las diputadas que viajó hasta la cárcel donde cumplen sentencia los genocidas pero denunció luego que fue engañada por el impulsor de la excursión, el entrerriano Beltrán Benedit. Además, forma parte del pequeño grupo de libertarios, junto a Carlos D’Alessandro y Lourdes Arrieta, que estaban dispuestos a apoyar la creación de una comisión especial que investigara las responsabilidades políticas de quienes participaron de la expedición.
No obstante, Bonacci fue la única que respaldó la moción del peronismo desde La Libertad Avanza y también lo hizo con la moción inmediatamente anterior del trotskista Nicolás Del Caño. Aunque Martín Menem logró blindar su espacio político con la negativa de PRO, UCR y el pichettismo ante el pedido de apartamiento del reglamento, fuentes del oficialismo admitieron a LPO que se mantienen «alertas».
Lo curioso es que el voto afirmativo de la diputada podría haber derivado en su propia expulsión de la cámara, tal como establecía el articulado que proponía Martínez y cuya autoría es de Gisela Marziotta. Su adhesión podría explicarse por el desorden del recinto durante los 30 minutos que duró la discusión sobre la moción, que incluyó «intervenciones efusivas» de los legisladores de izquierda, según el propio Menem, y hasta la pretensión del peronismo de incorporar al tratamiento el expediente firmado por Vanesa Siley y Martín Soria, que también admitía la posibilidad de echar a los legisladores por «inhabilidad moral» en los términos del artículo 66 de la Constitución Nacional pero proponía antes una investigación en la Comisión de Asuntos Constitucionales.
El otro gesto llamativo provino de Marcela Pagano, que dio quórum y permaneció en su banca hasta que se sometió a votación la propuesta de Del Caño. En los registros de la página web del Congreso, figura entre los 28 ausentes tanto al momento de rechazar la moción de la izquierda como la del peronismo.
Aunque el oficialismo respiró aliviado cuando vio reflejado en el tablero el resultado de la votación, el peligro no está confinado. Fuentes parlamentarias revelaron a LPO el desconcierto y la disconformidad de los integrantes de las filas libertarias porque ni Menem ni Bornoroni les comunicaron lo que acordaron en Labor: «no sabemos si las cuestiones de privilegio van al principio o al final, nos vamos enterando sobre la marcha», se quejaron.
Preso del enojo, un diputado sostuvo ante LPO que la sesión podía terminar en un dolor de cabeza para la Casa Rosada. «Voy con una cuestión de privilegio contra Menem», anticiparon a LPO desde un despacho de LLA, y deslizaron que en la Dirección de Automotores, donde curiosamente el Presidente de la Cámara Baja despidió ayer a su responsable, Alexis Navarrete, habrían ventilado que Benedit y Guillermo Montenegro habrían sido trasladados en vehículos oficiales del Congreso también a Campo de Mayo.
Fuente: LaPoliticaOnline.com