La Justicia Federal de Rosario resolvió que el exjuez federal Marcelo Bailaque quede en prisión domiciliaria con tobillera electrónica por 90 días a partir de este martes.
La medida cautelar contra el ex magistrado había sido resuelta hace un mes pero puede ejecutarse recién ahora a partir de que este lunes Javier Milei le aceptó la renuncia presentada el 11 de junio, lo que lo despojó de los fueros que lo protegían de medidas de coerción personal.
La determinación de imponer desde este martes la prisión domiciliaria la tomó el juez federal de garantías Eduardo Rodrígues Da Cruz. El mismo magistrado le había impuesto en mayo pasado prisión preventiva común tras una audiencia en la que Bailaque fue imputado de tres delitos que los fiscales actuantes catalogan como corrupción institucional.
Bailaque está acusado de haber omitido acciones que favorecieron la impunidad de un importante narco de Rosario, de haber participado de una extorsión contra dos empresarios bursátiles y de haber derivado fondos millonarios retenidos judicialmente a una mutual de un amigo personal.
Milei le aceptó la renuncia al juez Bailaque y lo salvó del juicio político
El 20 de mayo pasado la Cámara Federal de Rosario dispuso confirmar la prisión preventiva resuelta contra Bailaque pero determinó que debía cumplirse en la modalidad domiciliaria. Además definió que el embargo de bienes dictado en su contra debía reducirse de los 1500 millones de pesos resueltos en primera instancia hasta 600 millones de pesos. Esa medida económica ya estaba en curso no así la que restringe su libertad ambulatoria.
La defensa había solicitado que la prisión domiciliaria se cumpliera sin la colocación de un dispositivo electrónico. También había reclamado que los 90 días de domiciliaria se cumplieran a partir de la primera resolución de prisión preventiva dictada por Rodrígues Da Cruz el 30 de abril.
Este magistrado no hizo lugar a ninguna de las dos peticiones de la defensa. Resolvió que la prisión domiciliaria debe cumplirse con la tobillera colocada y determinó que la medida de restricción debe contabilizarse a partir de la resolución de este martes 1° de julio.
El proceso penal abierto contra Bailaque sigue y prevé una pena mínima de cinco años de prisión solo por el delito de extorsión. También está acusado de concusión, prevaricato, abuso de autoridad, incumplimiento de deberes de funcionario público, falsedad ideológica de documento público y allanamiento ilegal. A todos estos cargos el ex juez los rechaza y se declara inocente.
La decisión del presidente de este lunes de aceptar la renuncia de Bailaque determina que no habrá el jury enjuiciamiento que la comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura había dictaminado por unanimidad hace una semana y que estaba a la espera de ser tratado por el plenario de la entidad.
