Videodanza, performance, escenografía, vestuario, fotos, mapas y frases del cuento “Esa mujer” de Rodolfo Walsh marcan una obra que, en clave flamenca, expande horizontes al abordar la figura de Evita en “De Pie”, la muestra performática que presentan hasta este viernes las bailaoras Soledad Bustamante y Erica Gigena en el Centro Cultural Paco Urondo, ubicado en el microcentro porteño.
“Yo busco una muerta, un lugar en el mapa”, escribe Walsh, en el cuento de 1965, anticipando historia y tragedias.
“¡La enterré parada, como a Facundo, porque era un macho!”, le hace decir al Coronel, ese personaje que escondió el cuerpo de Eva -y sabe dónde está-, incluso en Milán, la italiana ciudad del diseño y la moda. Esto parece una ironía para quien alguna vez, como Eva Duarte de Perón (1919-1952), lució modelos de alta costura, y es señalado poéticamente en la muestra en un mapa de la ciudad con el dato preciso: 14 años de un entierro con otro nombre de los 32 de desaparecido, porque “Esa mujer es mía”, afirma ese coronel.
La muestra gira en torno a una videodanza, “De pie”, que se inspira en el impacto de las imágenes escritas por el periodista y escritor en “Esa mujer”, el cuento que trata infructuosamente de dar con el paradero del cuerpo robado y ultrajado de la “abanderada de los humildes” en 1955 de la CGT por la autodenominada Revolución Libertadora.
Y si bien la idea de un cuerpo enterrado de pie impulsa la muestra, las creadoras imaginan a una Eva que despierta y sale de la oscuridad de la muerte.
¿Pero por qué proponer un cruce que parece extraño entre esa codificación del baile flamenco sobre la figura de Eva y su permanencia?
“Todo esto empezó con la videodanza y a su vez con el cuento de Walsh, que nos gustó mucho, y a una imagen en particular como disparador: la idea de que ella estaba enterrada de pie”, dice a Somos Télam Soledad Bustamante.
“Siempre pensamos en este personaje que amamos en llevarlo a escena con el baile flamenco”, explica Gigena sobre una obra en proceso que parte de un idea atravesada por lo teatral con “el cajón bien escenográfico que se abre al medio”, el “trabajar con músicos en vivo” y el baile, ese lenguaje del flamenco que les es propio a ambas “maestras” e intérpretes.
“La verdad es que pudimos construir esta videodanza y esta pieza performática relacionando el baile que tenemos con la madera, con estar firme, de pie, con la vida, con la muerte, con esta Eva eterna que queríamos transmitir, y eso es lo que se fue conversando y terminó en una videodanza”, resume Gigena.
“Fue una búsqueda intensa elegir qué palo (ritmo musical) utilizar”, si alegre o triste “elegir cuál en cada escena, las letras”, como la que se canta al final que dice: “Soy como el oro cuando más me desprecian más valor tomo”, que “es una letra de Flamenco que pegaba demasiado con esto”, indica Bustamante.
“Después surgió completar todo esto con una muestra donde exponemos los textos que más nos inspiraron, la videodanza, el mapa de Milán que es donde ella estuvo”, como parte de un rompecabezas.
Con idea de Bustamante y Gigena e interpretación de la primera, y música original de la guitarrista Fernanda de Córdoba, el video de tan solo 6 minutos dispara líneas que van en busca de narraciones, historia y literatura de una de las figuras más importantes de la historia argentina del siglo XX.
Así resuenan las palabras de Walsh como ecos de poética transmutada en imagen, mapa, canto, dos vestidos, el negro usado en la videoperformance que recorre distintos festivales del mundo, y el otro blanco, que en cada actividad s sacude el polvo y danza.
Así, la muestra tradicional deja su importancia para dar paso a la vitalidad del baile en una performance coreográfica, el video, y las charlas con las artistas e invitadas especiales para tres “activaciones” del programa: el primero con la narradora Roxana del Castillo, protagonista del unipersonal “Evita Vuelve”, el segundo con la exposición de la historiadora Julia Rosenberg bajo el título “Eva y la historia”, y un tercer momento -de cierre, el 24 de mayo a las 19- a cargo de la especialista en literatura argentina Soledad Quereilhac y la exposición “Eva y la literatura”.
La propuesta busca plantear artísticamente un hecho histórico al tiempo que invita a los presentes a “pensar sobre la figura de Eva, charlar sobre ella, debatir y activar sentimientos y pensamientos”, destaca la docente en letras Viviana Diez, facilitadora de que la propuesta se lleve a cabo en el centro cultural dependiente de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.
“La actividad interdisciplinaria De Pie” originada en “una pieza de videodanza se fue articulando en diálogos con otras experiencias y disciplinas, y un poco esta muestra es el fruto de ese diálogo”, introduce Diez y agrega: “Esta pieza, esta lectura de Eva en clave flamenca, argentina, es una lectura nacional, personal, localizada con la literatura y con la historia”.
Julia Rosenberg, autora de “Eva y las mujeres. Historia de una irreverencia” (Ediciones Futurock) y coordinadora del programa “Muchachas bonaerenses” del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, que investiga la vida de las primeras 35 legisladoras mujeres de esa provincia, cuestionó en su intervención desde dónde construía Eva la política, el disciplinamiento de las mujeres que fueron legisladoras, luego perseguidas por su accionar político, así como la idea de libertad, entre otras cuestiones.
“Se buscó hacer un disciplinamiento sobre un cuerpo que, aún estando muerto, tenía una potencia política”, expresa la historiadora e indica que esto fue reflejado también por Tomás Eloy Martínez en “Santa Evita” (1995) e incluso en la serie homónima, protagonizada por Natalia Oreiro en 2022, que “hicieron de esa historia del disciplinamiento y el secuestro del cadáver un tema que deja de lado todo lo que ella construyó e hizo”. Como “la enorme cantidad de mujeres que se incorporaron a la política gracias al impulso de Eva en ese entonces”, y argumenta que esas “primeras diputadas y senadoras de nuestro país son nombres que no han quedado ni en la memoria popular, ni calles, ni monumentos, ni en la memoria académica”.
“El hecho de recordar tanto a Eva es dejar en el olvido todo ese proceso enorme de política que ella armó y condujo”, realizado “en seis años de vida política activa, de 1946 a 1952”, más allá de haber dirigido en 1944 el gremio de los trabajadores de radioteatro.
Y en sintonía con la muestra destaca que “la posibilidad de ofrecer una Eva no muerta es pensarla viva” y el modo “es pensar su potencia política”, y preguntarse en “cómo pensaba e hizo política”, algo que falta abordar a más de 70 años de su desaparición física.
Como impulso la historiadora recomienda tres libros, en los cuales “encontrar estas huellas además de sus discursos, intervenciones en prensa”: ”Historia del peronismo”, “La razón de mi vida” (1951) del cual decía el sociólogo Horacio González fue con el Martín Fierro uno de los “más masivos en la cultura argentina”, y el conocido recién en 1987, “Mi mensaje”.
Eva hablaba de los derechos de la mujer, el voto femenino, y el “ser votada” un hito logrado en 1951 por la Ley 13.010, de 1947, “que en el Boletín Oficial figura como Ley de los derechos políticos de las mujeres”. Allí “el Estado pasa a reconocer a las mujeres como sujetos cívicos”. Claro, también están las ideas de las tareas de cuidado, el “sacrificio invisibilizado que tiene que ser remunerado”, qué sucede cuando se termina el amor y la mujer se transforma en una esclava doméstica, en el feminismo, de algún modo.
“Hay que volver a darle al ‘55 la magnitud política que tuvo porque efectivamente es un disciplinamiento”, apunta Rosenberg para quien “Eva es una descamisada, es ella misma el sujeto del peronismo, de alguna manera”, ante una historia plagada “de hiatos, reapropiaciones, resignificaciones, llena de agujeros”.
Y ya para el cierre de la experiencia existe cierto reto como es el de marcar otras líneas, esta vez desde la literatura, sobre esa “potencia” de la figura de una Eva disruptiva, y la ambivalencia entre persona y mito.
La videodanza realizada en la ciudad de Buenos Aires y estrenada en noviembre de 2022 fue proyectada junto a la performance coreográfica en el marco del ciclo “Danza en Tecnópolis”, en febrero de 2023. A su vez, recibió la Mención Especial del jurado en el Festival Latinoamericano de videodanza “Imágenes sociales” de la Secretaría de Cultura de La Rioja y el Segundo premio en el Festival Internacional de videodanza “Cámara corporizada” (2023), entre otras distinciones.
La muestra se puede visitar en 25 de Mayo 201, CABA con entrada gratuita.
Fuente: Somos Telam