Serguéi Lavrov eligió un outfit muy particular para participar de la cumbre de Vladimir Putin y Trump en Alaska.
Lejos de la solemnidad que acostumbran este tipo de eventos, el canciller ruso se mostró con una camiseta con la inscripción CCCP, sigla de lo que fuera la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y que solían usar las camisetas de las selecciones de fútbol.
La aparición del jefe de la diplomacia de Putin con esa vestimenta se vitalizó rápidamente y abrió todo tipo de debate y especulaciones.
Sin embargo, el canciller se limitó a opinar sobre la reunión bilateral y dijo que «no estamos planeando nada con anticipación. Sabemos que tenemos argumentos, una postura clara y comprensible».
Lavrov destacó «el importante trabajo preliminar durante la visita de Steve Witkoff, enviado especial de Trump, a Rusia y calificó de «muy útil» a la conversación que se llevará a cabo en Alaska.
Por su parte, el asesor presidencial ruso, Yuri Ushakov, confirmó que la reunión comenzará con una sesión privada en la que solo participarán los dos líderes y sus intérpretes, seguida de conversaciones ampliadas las que se unirán cinco delegados de cada lado.
Preocupación en la OTAN por la cumbre de Putin y Trump en Alaska
Según Ushakov, las conversaciones se centrarán en resolver la crisis de Ucrania, así como abordar «tareas más amplias para garantizar la paz y la seguridad y los asuntos internacionales y regionales actuales y más apremiantes».
La cumbre es vista con preocupación y atención en Europa, que pretende que Trump no habilite ningina concesión territorial y comprometa a Putin a aceptar un alto al fuego como previa de una eventual reunión con el ucraniano, Volodimir Zelensky.
