Mauricio Macri les dijo a sus colaboradores que Javier Milei es un «psicópata» y que no le cumple los acuerdos a los que llegan en sus reuniones a solas en Olivos.
El ex presidente visitó al libertario al menos cuatro veces en las últimas semanas y además de comer milanesas y entraña se llevó varias promesas que luego no se reflejan en la realidad. Por eso el líder del PRO dice que los acuerdos los terminan dinamitando Karina Milei y Santiago Caputo.
Macri ya cree que el diálogo con Milei, que lo trata de «presi» y con un respeto pomposo, no se traduce en hechos concretos. Luego de los sucesivos encuentros, el pliego de Ariel Lijo sigue con vida, el ministerio de Justicia no pasó a manos macristas y la fusión de los bloques del PRO y La Libertad Avanza se frustró el viernes. Es decir que lo que acordaron a solas a modo cupular chocó con la gestión diaria que cae en manos de Karina y Santiago Caputo.
Macri había levantado el pie del acelerador para no colisionar contra la hermana del presidente. Cuando Rogelio Frigerio fue a la Rosada a conocer a la secretaria general de la presidencia, Macri le encargó una sola misión: que le jurara a Karina que jamás se refirió a ella como una pastelera o tarotista. En simultáneo, Macri aceleró contra Santiago Caputo.
Milei mareó a los diputados de Macri con una charla de economía y congeló la fusión con el PRO
Pero tanto como Karina como Caputo atentan contra sus intereses no sólo a nivel gobierno, adonde le alambraron la entrada, sino con lo que más le preocupa a Macri: el control de la Ciudad.
Karina ya encomendó a sus legisladores que voten contra Jorge Macri en la Legislatura. Al mismo tiempo avanza con el armado del partido libertario en la Ciudad y motiva a sus armadores para que el año que viene le saquen al PRO el control del parlamento porteño. Sus laderos incluso prometen en reuniones extender el subte hasta la General Paz, un proyecto que el macrismo sepultó ya hace varios mandatos.
Luis «Toto» Caputo, más cercano a su pariente Santiago que a Karina, aprieta las clavijas que más molestan a Mauricio. La liquidación insuficiente de la coparticipación y la quita del subsidio a los colectivos porteños tienen a Macri sacado, según confirmaron a LPO en su entrono. El temor de los Macri es que la Ciudad podría mostrar déficit por primera vez en 7 años. La excusa perfecta para que aparezca una alternativa a la hegemonía que tiene el macrismo en el distrito desde hace 17 años.
Paradójicamente, una de las alternativas que teme Macri es la de Horacio Rodríguez Larreta. «Horacio se hace un picnic si Jorge entra en déficit», aseguran en el PRO.
La incógnita en el PRO es si dirigentes como Cristian Ritondo y Diego Santilli saldrán detrás de Macri a castigar a Milei o preferirán entenderse con el libertario. La línea dura del macismo, mientras tanto, ya salió a pegarle a Milei sin sutilezas. Mora Jozami, que trabajó en el discurso de Macri durante años, firmó este domingo una durísima nota contra Milei en la Revista Seúl.
La nota, titulada «Una señal de alerta», asegura que el descontento social aumentó en agosto por tercer mes consecutivo, según un índice que sólo publica Seúl, una especie de Carta Abierta del macrismo.
«Un segmento de la sociedad empieza a perder confianza en las expectativas futuras y en la capacidad del gobierno para resolver los problemas económicos», dice Jozami, en términos más duros que los que usa el silencioso kirchnerismo.
La nota fue difundida por Fernando de Andreis, el colaborador más estrecho de Macri que también cumple funciones junto al jefe de gobierno.
Fuente: LaPoliticaOnline.com