Dos facciones de la UCR Córdoba se aprestan a competir por la conducción del partido. El duelo está previsto para el 8 de septiembre, pero el lunes se dio el primer trámite: se inscribieron dos alianzas. Este viernes se anotarán los candidatos y se espera una larga rosca para evitar la contienda, que puede terminar en papelón por baja participación.
Por un lado está «Alianza Partidaria», que postula al intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, y que tiene como principal activo político a Rodrigo de Loredo; mientras que por el otro está «Más Radicalismo», con Ramón Mestre como principal figura, aunque el posible candidato a presidir el partido sería Ignacio Tagni, intendente de Villa Nueva y otra figura joven y en ascenso.
Con mucho cotillón en el discurso, el fondo del asunto es cómo se posiciona el radicalismo cordobés ante Javier Milei: De Loredo tiene la expectativa de mantener al partido en el esquema «dialoguista», mientras que Mestre presiona por la «pureza» de la lista 3, lo que supone un posicionamiento crítico.
Para evitar la interna, Mestre reclama para su espacio la conducción del Congreso Provincial, el organismo que define las alianzas electorales y la paridad en el Comité Provincia. Ferrer está dispuesto a entregar el 30% de las autoridades partidarias. Por ahora, el choque parece inevitable.
Con Ferrer están la mayoría de los núcleos internos, incluyendo los que responden a De Loredo, Mario Negri, Alfredo Cornejo y Gustavo Valdes. Con Mestre quedó su tropa, el alfonsismo de Carlos Becerra y el sector que milita bajo la supervisión de Mario Decara, el último defensor del Pueblo de Córdoba.
Mestre y Ferrer se reunieron el sábado y este lunes. En ninguna de las cumbres avanzaron más allá de las formalidades. El fondo del asunto es cómo se posiciona la UCR de Córdoba ante el Gobierno de Javier Milei. Mestre sostiene que Ferrer no garantiza un rol opositor; especulando por la posibilidad de asociarse con La Libertad Avanza.
Los libertarios se llevaron la representatividad del electorado anti K y exponen al radicalismo a que se diluya. La UCR cordobesa pondrá en juego tres bancas el año que viene, incluyendo la de De Loredo, actual jefe de la bancada radical en Diputados.
En un escenario de máxima polarización, varios radicales vaticinan una pésima elección si van solos el año que viene, algo que perjudica directamente a De Loredo. En ese punto, Ferrer sostiene que el radicalismo de Córdoba «debe representar a su electorado».
En cambio, Mestre dice que «hay que morir con las botas puestas» y salvar la identidad radical. Claro que Mestre no renueva (él ni sus socios) ninguna banca. No tiene nada, no pierde nada.
Queda por saber si el próximo viernes, cuando se presenten listas, el núcleo Córdoba con Todos, cercano a la vicegobernadora de Llaryora, Myrian Prunotto, planta un candidato propio. Por ahora anota en los borradores al legislador provincial Sebastián Peralta.
Este martes, un sexteto de rosca comenzará a intentar destrabar la interna. Tienen tiempo hasta el viernes. En la mesa de al lado escribirán los nombres de candidatos para la interna. Las listas se presentan hasta ese día. Si no hay acuerdo hasta entonces, será difícil esquivar la pelea primaria.
En el marco de esta reconfiguración, Ferrer comenzó a despegarse de Martín Lousteau, y le recrimina haber votado en soledad partidaria en contra de la «ley bases».
En paralelo habrá otra negociación: el poroteo hacia adentro de las dos alianzas. Puede ser una carnicería, en particular las candidaturas a delegado al Comité Nacional.
El peronismo mira y pone fichas en la interna radical: como se contó acá, el gobernador Llaryora apuesta a una UCR empoderada en 2027, con candidatos propios, y alejada de Luis Juez.
Fuente: LaPoliticaOnline.com