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LOS FISCALES DE ROSARIO ADVIERTEN QUE IRÁN A LA CIDH SI QUEDA IMPUNE EL DAÑO AMBIENTAL DE LA PETROQUÍMICA BERMÚDEZ

Fiscales de Rosario apelaron una resolución que consagró la impunidad para los acusados de una gravísima contaminación con químicos de un predio industrial de 23 hectáreas a cinco kilómetros de la ciudad. 

El planteo hace foco en el derrame de cloro en los terrenos de la empresa que manejaba el poderoso empresario Sergio Taselli. La Corte Suprema de Santa Fe lo acaba de eximir de responsabilidad penal con un fallo dividido y controvertido en extremo. Contra eso va el pedido de los fiscales al máximo tribunal argentino que tiene en sus manos la última palabra sobre el caso.

Es un asunto sensible y estratégico para la provincia de Santa Fe, en tanto implica un envenenamiento del ambiente en una zona densamente poblada, donde está en juego además de la salud pública el destino de tierras multimillonarias sobre el río, que el Estado provincial podría recuperar. Después del fallo que perdonó a Taselli no hubo pronunciamiento de la provincia sobre qué pasará con esas tierras cuya contaminación está probada por pericias oficiales.

Esta tragedia ambiental entrelaza factores de poder, decisiones judiciales oscuras y sospechas manifiestas de corrupción institucional. Taselli que consiguió eludir sanciones pese al derrame constatado de cloro en su firma Petoquímica Capitán Bermúdez fue representado por Mariano Cúneo Libarona hasta el día que asumió el Ministerio de Justicia de la Nación. También estaban imputados los directivos Máximo Taselli y Matías Gallegos.

La Corte de Santa Fe salva a Taselli de un caso de grave daño ambiental

En 2015 una organización no gubernamental y el gobierno santafesino advirtieron que Petroquímica Capitán Bermúdez operaba en instalaciones deterioradas, no aptas para la manipulación de esos químicos. Hubo inspecciones que evidenciaron falta de mantenimiento en accesorios, cañerías y tanques de almacenamiento de sustancias peligrosas que se derramaron.

Problema ambiental

La compañía fabricaba gas cloro como principal producto, un gas venenoso con cualidades muy corrosivas. Su inhalación en pequeñas cantidades afecta las vías respiratorias. En el predio había presencia de sustancias altamente tóxicas en niveles 50 veces más altos que los tolerables para la salud de las personas. Un perito oficial, el ingeniero Andrés Salum, verificó bombonas de cloro desgastadas a la intemperie, estructuras que contenían material peligroso para la salud deterioradas, tanques rotos donde se guardaban sustancias químicas como benceno, amianto y mercurio, y derramamiento de estos elementos químicos en tierra.

El dueño de la petroquímica Bermúdez fue representado por Cúneo Libarona hasta el día que asumió como ministro

El entonces fiscal regional de Rosario Serjal, acusado de corrupción en otras causas, de manera polémica ordenó renunciar a la persecución al fiscal actuante para dar al empresario un criterio de oportunidad, lo que el juez Juan José Tutau, ante ese pedido, concedió. Otro magistrado, Carlos Gazza, consideró más tarde que ese fallo fue injustificable y lo anuló, lo que resultó avalado después por unanimidad por los camaristas rosarinos Georgina Depetris, Alfredo Ivaldi y Carolina Hernández.

Pero la Corte de Santa Fe consideró que la orden de Serjal de favorecer a Taselli con un criterio de oportunidad significaba una salida justificada al trámite penal. Fue por cuatro votos a tres y con la convocatoria de un conjuez para desempatar, que votó a favor de la pretroquímica, sin notificación a la fiscalía que pedía anular esa decisión.

Los fiscales Luis Schiappa Pietra y José Luis Caterina le piden a la Corte Nacional que rechace lo actuado por el superior tribunal santafesino porque la resolución que dictó afecta los derechos del medio ambiente como derecho humano fundamental, deja impunes a personas que provocaron graves daños al ecosistema y anticipa que concurrirá a la Corte Interamericana de Derechos Humanos si el fallo no se impugna.

Horacio Rosatti, presidente de la Corte, que recibe la queja contra Taselli de los fiscales rosarinos

El caso también tiene pendiente un juicio colateral, ahora interrumpido, contra funcionarios públicos. El 22 de agosto de 2017, por instrucción del ex gobernador Miguel Lifschitz, el fiscal de Estado provincial Pablo Saccone había denunciado a Sergio Taselli, Máximo Taselli y Matías Gallegos por los delitos de adulteración o envenenamiento dolosos mediante la Utilización de Residuos Peligrosos. El 21 de diciembre de 2018 la Fiscalía de Estado, a cargo de Gustavo Luzzini, presentó ante el Ministerio Público de la Acusación un acuerdo transaccional y conciliatorio que los tres directivos de la empresa. Luzzini manifestaba allí, en acuerdo con los defensores de los empresarios, su expreso consentimiento para considerar extinguida la acción penal.

En audiencia los fiscales Schiappa Pietra y Matías Edery dijeron que era imposible no sospechar que la salida propuesta por el jefe de los fiscales de Rosario Patricio Serjal no fuera un hecho turbio ya que el delito de la empresa y sus consecuencias medioambientales estaban probados. Y no hubo ninguna explicación de por qué se renunciaba a una pena ni tampoco la obligada convocatoria a las víctimas del daño ambiental para prestar acuerdo a esa inesperada salida.

Tanto el ex fiscal de Estado adjunto Luzzini como el ex fiscal regional Serjal están actualmente acusados y esperan juicio por los delitos de abuso de autoridad, encubrimiento agravado y omisión de persecución. El trámite está suspendido hasta que la Corte Nacional se pronuncie sobre el tema de fondo.

Petroquímica Bermúdez: la amenaza de una tragedia ambiental en el corazón del Gran Rosario

En 2020 Patricio Serjal renunció a su cargo de fiscal regional de Rosario empujado por el escándalo del cobro de coimas para evitar la persecución al empresario de juego ilegal Leonardo Peiti. En ese momento se sometieron a revisión algunas decisiones de Serjal consideradas inexplicables. Una de ellas su orden al fiscal Juan Carlos Ledesma de que renunciara a perseguir a los directivos de Petroquímica. Cuando el caso se llevó frente al juez Andrés Gazza este consideró que los valores de contaminación en petroquímica nunca se le mostraron al juez Juan José Tutau que aceptó la salida alternativa para los acusados.

Al mostrar las constancias verificadas del daño ambiental, dijo Gazza: «Estos son los valores que nunca se le expusieron al juez Tutau en la audiencia, estos son los valores que entiende el tribunal que son atentatorios del interés público, estos son los valores que no pueden pasar sin atención de un magistrado al que se le presente un pedido, ya sea de aplicación de un criterio de oportunidad o para declarar abstracta la cuestión penal evitando así la persecución de la conducta, siendo el producto de un convenio entre partes, no podemos obviar que están en juego bienes jurídicos colectivos, supraindividuales y entiende este magistrado que su protección es algo en lo que el Poder Judicial no puede hacerse el desentendido.»

El desempate

Sin embargo la Corte Suprema de Santa Fe lo hizo con los votos de Rafael Gutiérrez, María Angélica Gastaldi, Eduardo Spuler y el conjuez Fernando Gentile Bersano. Votaron en contra Roberto Falistocco, Mario Netri y Daniel Erbetta. El argumento de la apretada mayoría era que el asunto ya estaba juzgado. La minoría señaló que el fin del caso estaba totalmente viciado, era inmotivado, apartado de la normativa vigente y sin ninguna fundamentación. En las audiencias Schiappa Pietra y Edery señalaron que lo único que podría explicarlo con lógica a lo que no tenía ninguna era un acto de corrupción.

En la apelación, Caterina y Schiappa Pietra dijeron que la salida que objetaron ante la Corte Nacional consagra la impunidad en un caso que beneficia a poderosos empresarios sin explicar por qué razón jurídica lo hace. Y remarcaron cómo el supremo santafesino lo hizo contra un juez de primera instancia y tres camaristas que por unanimidad sí explicaron con argumentos cómo el perdón otorgado a Taselli y sus directivos no tenía asidero jurídico. En este último caso en audiencias que duraron dos días enteros.

Para la posición que cuestiona el fallo de la Corte, es insostenible decir que a Taselli se lo juzgará dos veces si sigue el caso. Porque no hubo primera: la primera vez al poderoso empresario lo perdonaron de una manera injustificada y sospechosa, con una salida espuria y gravemente viciada, como remarcó en su voto el ministro Daniel Erbetta, validando lo que habían dicho antes juez y camaristas.

Más allá del desenlace del caso jurídico queda en pie algo que para la comunidad es relevante: qué hará el gobierno santafesino con las 23 hectáreas ubicadas en un lugar estratégico, en el hinterland portuario de donde salen a ultramar la mayoría de las cargas del complejo oleaginoso argentino, que están según peritos diversos seriamente contaminadas.

Entretanto, el ex fiscal regional de Rosario Patricio Serjal y el ex fiscal de Estado adjunto Gustavo Luzzini también esperan juicio. Este último fue acusado por los fiscales del caso en audiencia preliminar el 4 de septiembre del año pasado por abuso de autoridad y encubrimiento agravado por prestar conformidad a la salida de Taselli, cuando tenía una orden del exgobernador Lifschitz para ir a fondo contra la empresa y sus responsables por el daño ambiental contra Santa Fe.

Los defensores que continúan la línea de Cuneo Libarona aducen que tampoco a estos funcionarios se los puede perseguir porque el fallo de la Corte santafesina extingue la causa por completo. Al revés, los fiscales aducen que el caso no está cerrado y que la imputación a Serjal y Luzzini es una causa autónoma, que podría generarles condenas de 5 y 4 años de prisión efectiva respectivamente.

Para los fiscales Caterina y Schiappa Pietra, que la Corte Nacional avale la decisión de la Corte provincial implicará un espaldarazo a una decisión sin fundamentación, denegar justicia para un caso de contaminación que atenta contra la tutela efectiva a las víctimas, los habitantes de la zona de Capitán Bermúdez sobre los que se constataron daños a la salud.

La Corte nacional tiene pendiente hace tres años, junto a esta reciente elevación, otro caso de gran debate público en Rosario. Se trata de del planteo de inconstitucionalidad al artículo de la Constitución de Santa Fe que impide investigar penalmente a un legislador si no se lo despoja de sus fueros. Fue iniciado por el caso del senador Armando Traferri, quien por años no pudo ser llevado a audiencia, aunque hace meses compareció por primera vez, tras ser reelecto en su banca, por acceder a que el cuerpo lo despoje de esa provisoria inmunidad.

Fuente: LaPoliticaOnline.com