José Cartellone se quedó con parte del peaje de las rutas 12 y 14 a pesar de que es uno de los empresarios acusados por cohecho en la causa de las coimas. Si resulta condenado, el Estado debería revocarle la concesión.
Autovía Construcciones y Servicios SA se quedó con el Tramo oriental de las rutas nacionales 12 y 14. Se trata de las rutas troncales del Mercosur, de las más transitadas del país. Es una empresa que pertenece a los mismos socios que conformaron José Cartellone Construcciones.
Es una de las primeras concesiones que logró cerrar el gobierno. A pesar del discurso libertario, los nuevos concesionarios tuvieron ayuda del Estado para cerrar el trato.
Según publicó La Nación, poco antes de que cierre la licitación y en el medio del proceso, el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), publicó un crédito que aplicó a los privados que quisieran participar de la licitación.
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Con esa ayuda, Cartellone le ganó la carrera a otras históricas contratistas estatales como Benito Roggio y Rovella Carranza.
El gobierno había puesto como precio de referencia entre 3700 y 4300 pesos y Autovía Construcciones y Servicios SA ofreció 3563.
El problema para Cartellone es que casi todos los socios de Autovía Construcciones y Servicios SA están procesados en la Causa Cuadernos. Si reciben una condena deberían perder la concesión.
«Si los condenan no pueden ser más proveedores del Estado y tienen que perder la concesión. Es un causal de recesión», explicó a LPO un experimentado administrativista.
Quién festejó la adjudicación de la ruta fue Toto Caputo. A pesar de la extraña intervención del BICE a último momento el ministro dijo que los empresarios «están muy conformes con cómo se dio todo el proceso: la transparencia, el modo en que los escuchamos y, sobre todo, la posibilidad de competir libremente».


