A 18 años de que se incorporara el último integrante, este lunes asumieron sus cargos dos nuevos ministros de la Corte Suprema de Santa Fe, en una iniciativa que supone un giro institucional muy fuerte en la política de la provincia que el gobernador Maximiliano Pullaro corona apenas 14 meses después de asumir.
Los nuevos integrantes son Jorge Baclini y Margarita Zabalza. Ambos son de la ciudad de Rosario. El primero tiene una trayectoria de 35 años en el Poder Judicial, donde fue juez de instrucción y fiscal general de la provincia. La segunda es una debutante absoluta en la Justicia, pero tiene una formación sólida en Derecho Tributario y se desempeñó en el campo legal de la Economía tanto a nivel del municipio de Rosario como en el gobierno santafesino.
Un elemento lleno de sentido es que Pullaro no se presentó a un acto que, como el de jura, tiene una relevancia institucional superlativa para el poder estatal. Adujo de manera discreta cuestiones de agenda. Pero no salen de contexto dos asuntos. Menos significativo, uno es que sectores de la oposición le atribuyeron haber impulsado un cambio a su medida con estas incorporaciones, lo que el oficialismo rechaza. El segundo es que el gobernador mantiene un fiero planteo para que al menos tres ministros que superan la edad máxima fijada por la nueva legislación se retiren del cuerpo colegiado.
Tuvieron los dos al asumir discursos que, pese a ser amables hacia los restantes cinco miembros del tribunal máximo, remarcaron el afán de generar transformaciones en la Justicia de Santa Fe. También subrayaron como cometido tener un perfil independiente. Algo con su significado flotante ya que al ser discutidos en la Legislatura sus pliegos varios opositores les endilgaron estar políticamente condicionados por ser impulsados por la coalición oficialista.
Pullaro logró que le voten tres nuevos jueces para la Corte en un hecho histórico para Santa Fe
Baclini tiene 58 años, es doctor en Derecho Penal y docente de la Facultad de Derecho de la UNR. En su postulación fue decisivo el criterio de Pullaro. Zabalza tiene 46 años, es profesora en Derecho Tributario también en la UNR y es una militante histórica del Partido Socialista, que la ofreció como candidata. El tercer miembro de esta renovación histórica de la Corte fue producto de un acuerdo de Pullaro con un sector del Justicialismo. Es Rubén Weder, jefe de relatores de la Corte Provincial y fiscal de Estado durante la gestión de Omar Perotti. Asumirá el 30 de abril cuando deje su asiento la cúpula judicial la ministra María Angélica Gastaldi.
Al jurar Zabalza hizo gala de su condición no religiosa al hacerlo «por la Patria y por mi honor». En su discurso tuvo una alusión indirecta pero muy elocuente al escándalo institucional que generó el nombramiento por decreto en comisión de parte de Javier Milei de sus candidatos a ministros de la Corte Nacional Manuel García Mansilla y Ariel Lijo.
«Llegamos a este lugar como consecuencia de contar con acuerdo político y de lo que manda la Constitución provincial. Eso no es menor porque vivimos en un contexto complejo donde pareciera que todo da lo mismo y que no hay que defender las instituciones. Por delante de cada uno de nosotros están las instituciones del Estado», dijo Zabalza.
Margarita Zabalza
Antes había jurado Baclini, quien para el mundo judicial no es un outsider, pero insinuó los desafíos que le tocan a una Corte a la que Pullaro, de manera explícita, le reclama jugar un rol político. Dijo que la estadística será fundamental para proyectar los problemas. Señaló como demanda esencial mejorar la litigación en las audiencias y sobre todo pidió rapidez: que los tiempos de la Justicia como institución no sean eternos para hacer justicia.
El gobierno de la Corte
Al hablar de erradicar la burocracia Baclini postuló el tipo de Poder Judicial que ya no se quiere. En sus palabras, el que viene tiene que ser uno que mejore las prácticas de trabajo, que no concentre funciones ociosas y que distribuya recursos hacia lugares que lo necesitan. Mencionó que el sistema de audiencias en todos los fueros «nos va a llevar a la despapelización y al final del expediente». Dijo que había que propender a un sistema informático –que concentra críticas históricas– operativo y amigable. Habló de evaluaciones periódicas de funcionamiento en terreno. Y de «evaluación de calidad y cantidad de los recursos humanos para visualizar los excesos y carencias en cada área».
Esto ya es una insinuación de un campo de combate con un área que fue en la última década cuestionada desde otros Poderes del Estado por concentrar poder e influencia. La de la Secretaría de Gobierno que tiene un papel capital en la administración y en las inversiones del Poder Judicial. Los cuestionamientos apuntan a Eduardo Bordas que es un funcionario muy calificado que detenta decisiones consideradas cruciales. Ese manejo a la nueva Corte le interesará especialmente.
Con estas incorporaciones en la Corte de Santa Fe por primera vez en 30 años se insinúa la conformación de una nueva mayoría con orientación política distinta. La estructura que queda atrás tiene un perfil conservadora, definida a fines de los años 90, muy próxima a un establishment político y económico que en los últimos años fueron muy notorios en algunas sentencias relevantes. La composición que predominó hasta ahora fue resuelta durante los gobiernos de Víctor Reviglio y Carlos Reutemann.
En esa etapa fueron nombrados los ministros Rafael Gutiérrez, Roberto Falistocco, Eduardo Spuler y María Angélica Gastaldi quien se jubila en 50 días. En 2007 el ex gobernador Jorge Obeid impulsó a Daniel Erbetta quien fue el último, hasta hoy, en asumir. El otro ministro laico que como Zabalza optó por un juramento no religioso.
En noviembre pasado Pullaro logró que la Legislatura, donde su coalición domina ambas Cámara, sancionara una reforma vital que impacta en la Corte. Se resolvió que habría un séptimo miembro para generar desempate pero eso le dio la chance de postular tres ministros que imprimen una dirección política distinta a esta estructura vital del Estado. También fijó como edad máxima para ser ministro los 75 años. Salvo Erbetta y los tres designados ahora todos superaron esa edad. Lo que coloca a los de más veteranía en el camino de salida.
En sus discursos los recién llegados aludieron recurrentemente a transformación. Baclini habló de impulsar cambios reales. Zabalza aludió al norte absoluto de la gestión de la Corte que tendrá pluralidad de miradas, de género y de edades. «La finalidad es dar respuesta a los conflictos humanos que están detrás de los expedientes que nosotros tramitamos».
«¿Qué pienso de la Corte?», se preguntó la que en menos de dos meses será la única mujer del cuerpo. «Tiene un rol de gobierno del Poder Judicial y como tal hay que ejercerlo con cercanía y reconstruir lo que sucede en los territorios. Darle respuesta a la gente con las problemáticas que tiene. Para quienes creemos y estamos convencidos del Estado de Derecho tenemos que ser imparciales, independientes y sentenciar sin favoritismos. Ese es mi compromiso de ahora en adelante en defensa de los valores de la democracia».
Fuente: LaPoliticaOnline.com