Mauricio Macri tuvo que activar un operativo a contrarreloj para conseguir que su acto en La Boca tenga la asistencia de al menos 600 personas.
El acto de lanzamiento del PRO, que se fundó en 2005, es un movimiento clave para que el ex presidente marque el camino a seguir en el partido que está en crisis por las huídas de los propios dirigentes a La Libertad Avanza.
Pero le presentó problemas de logística a los organizadores, encabezados por el táctico Fernando de Andreis. Eso se da en parte por las dificultades del llano pero también por la negligencia que sorprendió a los propios referentes territoriales del espacio.
«Yo sin mover un dedo junto 200 tipos y me dieron 2 entradas», se quejó uno de los dirigentes que quería aportar a la convocatoria. En primer término, el aforo iba a ser de un millar de personas pero se debieron moderar las expectativas.
Martín Yeza, el nuevo favorito del propio Macri, se puso a llamar dirigentes de otros partidos para que engrosen el número. Algunos rechazaron la invitación con buenos modales.
«Si a los propios ex candidatos de Mauricio se les complica para ir, yo no voy ni muerto», dijo a LPO uno de los aliados invitados. Es que algunos dirigentes del PRO están en la encrucijada de ir y enojar a Milei o de faltar y romper con Macri.
Fuente: LaPoliticaOnline.com