La frase que lanzó hace varias semanas en su última escala en Córdoba el expresidente Mauricio Macri -y que contó LPO- cuando afirmó que «para ganarle a Milei hay que correrlo por derecha» desnudó parte del acuerdo que el titular del PRO construye en silencio con la vicepresidenta Victoria Villarruel en la región que más creció desde lo electoral en la provincia.
En aquella ocasión, Macri se lo dijo a un grupo de intendentes del Gran Córdoba que trata de atar el exministro de Transporte, Guillermo Dietrich, en su objetivo de avanzar sobre el partido que hoy preside en la provincia el diputado Oscar Agost Carreño. Hombre al que buscan desbancar mediante una intervención que se dilata y que preocupa particularmente a Dietrich. «Es el objetivo de ‘Guillo’ desde hace rato, pero Mauricio no avanzó con eso. Es más, el tema Córdoba lo desgasta a Macri, lo cansa y prefiere poner la energía en otra cosa», reconoció a LPO un dirigente que admite el interés de Dietrich por quedarse con el partido en Córdoba.
Fuente que, además, abona la teoría de una reconfiguración en la mesa chica de Macri a raíz de la insistencia de algunos con la intervención cordobesa.
Sin embargo, la postergación del avance de la tropa de Dietrich que hoy componen intendentes del Gran Córdoba sobre el terreno de Agost Carreño, no solapa el otro objetivo real del expresidente Macri que es el de una construcción transversal con la vicepresidenta Villarruel para alambrarle la provincia al presidente Javier Milei. Ingeniería en la que también interviene, casi en rol de garante, el presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba, el empresario macrista Manuel Tagle.
Desde que arrancó la gestión libertaria, Villarruel viajó más veces a Córdoba que Milei y lo hizo, tanto con escalas institucionales como sin ningún tipo de agenda política. En todas, el arribo obligado fue a la casa del cónsul de Dinamarca, Emilio Viramonte Olmos, amigo personal de Villarruel y un hombre del Círculo Rojo que tiene buen vínculo con Tagle.
Al punto que el diplomático fue el anfitrión de un encuentro en la primera parte del año que constó de un almuerzo al que también asistieron, además de los intendentes amarillos del Gran Córdoba, el propio gobernador Martín Llaryora.
Y en una siguiente ocasión, el mismo Viramonte Olmos presentó a Villarruel con el fiscal provincial Enrique Gavier, espada del poder judicial que elogió el propio Macri durante su gestión presidencial,
Estos contactos federales y por fuera de la órbita de Milei son los que preocupan a la cúpula libertaria en la autonomía de la vicepresidenta, cada vez con más agenda propia por el interior. Y en Córdoba, fundamentalmente, porque detrás está Macri; pero, además, porque la incipiente dirigencia de La Libertad Avanza local no contiene a la tropa propia ni tampoco acumula refuerzos, por ahora, con miras al 2025.
Macri siempre sostuvo que Córdoba era ‘su’ provincia y hasta en los arribos que hace actualmente en modo golf lo ratifica. En el último movimiento, y como un capítulo más de la guerra contra Patricia Bullrich, decidió poner a la segunda de Martín Yeza en la asamblea nacional del partido, la intendenta de Mendiolaza, Adela Arning. Además de tratar de alambrar a la dirigencia para que no se le vaya con Bullrich, termine de romperse el PRO y haya una diáspora a las filas de un nuevo armado entre la ministra y los libertarios.
Por lo que las conversaciones se agitaron con los empresarios del Círculo Rojo cordobés que observan a Macri como un par y que encontraron, además, un salvoconducto con la vicepresidenta. «Algunos pensaban que a este tipo se lo iba a poder dominar y se está saliendo de control. Teníamos todo como para darle una mano, pero no nos da pelota», confió un encumbrado empresario a un histórico armador del Gran Córdoba.
Frase que remató hace un par de días en Córdoba con un: «hay que esperar hasta el 30 de septiembre para ver cómo avanza y después prepararse para el último trimestre del año». En esta última estrategia coincidió también otro empresario de histórica relación con el Gobierno provincial y es uno de los que se sumó a la calificación de «imprevisible» a la hora de definir al presidente Milei.
La preocupación en algunos referentes de peso dentro del empresariado cordobés llega -increíblemente- al borde de pensar que Milei se levante un día y largue todo. Por esto avalan el entendimiento entre Macri y Villarruel y participan de algunas reuniones que se hacen en Villa Allende, al norte del Gran Córdoba.
Estos movimientos confirman que el expresidente decidió romper cualquier tipo de relación con los hermanos Milei y afianza su relación con Villarruel en varios sentidos. Y Córdoba, por tratarse de una plaza atractiva desde lo electoral, no es la excepción.
La duda para muchos es cómo se van a acomodar los integrantes del PRO del Gran Córdoba que tienen, encuesta en mano, un discurso más cercano a Milei o a Bullrich, pero que deben responder a Macri. Desafío que se acentúa a la hora de pensar en las listas del año próximo donde, por ejemplo Tagle, no descarta insistir con Josefina Sandoz, integrante de la Bolsa y candidata a diputada el año pasado.
Y donde, además, el macrismo sabe que Bullrich se correrá definitivamente a un esquema con los libertarios. Por ahora, todos aguardan la reaparición de Macri el jueves para reconfigurar el GPS rumbo al 2025.
Fuente: LaPoliticaOnline.com