Los diputados de Unión por la Patria (UP) se vieron sacudidos por una nueva crisis interna ante la tensión entre el peronismo clásico y La Cámpora, a raíz de la discusión que se desarrolló este miércoles sobre la baja en la edad de imputabilidad en el plenario de las comisiones de Legislación Penal; Familias, Niñez y Juventudes; Justicia; y Presupuesto y Hacienda. «Algo tenemos que hacer con este tema pero la respuesta tiene que ser integral y no podemos votar este mamarracho», dijo una legisladora a LPO en referencia al proyecto que impulsa el oficialismo.
Ese expediente fue presentado el mes pasado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. El nudo de la iniciativa, que desde todo el arco político advierten que hay que estudiar con detenimiento, implica bajar la edad de imputabilidad de los menores de 16 a 13 años.
En ese contexto, el viceministro de Justicia, Sebastián Amerio, se presentó en el Anexo de la Cámara de Diputados para responder a los interrogantes de la oposición. Para hacerlo, se dedicó a leer un documento que postulaba que la ley vigente data de 1980 y que el régimen argentino sobre la edad a la que una persona se hace responsable por los delitos que comete solo es compatible con el cubano. «Argentina y Cuba se encuentran en soledad en su posición», sostuvo el funcionario aún cuando UNICEF recomienda que la imputabilidad no se aplique por debajo de los 14 años.
La querella al interior de UP importa porque una cantidad importante de sus 99 miembros considera que se podría cambiar esa parte, por más que el presidente del bloque, Germán Martínez, haya dicho durante su exposición que «se pone el debate de la edad por delante y no hay una mirada integral».
Fuentes parlamentarias repusieron ante LPO que dos legisladores peronistas salieron al cruce de los que rechazan esa modificación cuando recordaron que Néstor Kirchner estaba a favor de bajar la edad de imputabilidad. «Todos se hacían los revolucionarios, cosa que está bien, pero cuando se los dijimos a Máximo Kirchner se le bajó el copete», contó uno de ellos.
En rigor, el ex Presidente empezó a referirse públicamente al tema a fines de abril de 2004, en plena discusión sobre las leyes que impulsó su gobierno tras las multitudinarias movilizaciones convocadas por Juan Carlos Blumberg, el padre del joven secuestrado y asesinado por sus captores un mes antes. «Estamos ofreciendo los elementos de recuperación para aquellos chicos que han delinquido. Tenemos el gran desafío de terminar definitivamente con esta doble moral que azotó a los argentinos para volver a construir una sociedad que nos contenga a todos», expuso Kirchner en la presentación del capítulo educativo del Plan Nacional de Seguridad, cuyo elemento más conflictivo era la baja de edad de imputabilidad que se diseñó para apaciguar el ánimo social.
La discusión se retomaría cinco años más tarde, al calor de la campaña de Francisco De Narváez, quien proponía «un plan de seguridad» y terminó derrotando al propio Kirchner en las legislativas del 2009. Por entonces, el Frente Para la Victoria llevó al Congreso un expediente basado en un borrador redactado por el ex juez Raúl Zaffaroni, cuyas líneas centrales apuntaban a reemplazar el decreto de la dictadura que facultaba a los jueces a encerrar o internar a los jóvenes y adolescentes que cometían delitos graves por un régimen penal juvenil, etiqueta que utiliza ahora el gobierno para el debate en curso.
Por aquellos días, Kirchner salió en defensa de Daniel Scioli, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, ante la escalada de reclamos por la inseguridad. «Qué puede hacer el gobernador cuando hay un menor que tuvo un problema en la escuela hace un año atrás y portaba un arma pero no lo internaron; qué puede hacer el gobernador si ese menor roba una moto con una pistola en enero de este año y tampoco la Justicia lo interna como peligroso y hoy mata a un hermano con cuatro o cinco tiros», preguntó el ex mandatario, y parafraseó a su esposa y por entonces presidenta, Cristina Kirchner: «lo que hay que hacer es que el Congreso ponga a discutir definitivamente la ley penal del menor para dar las soluciones que corresponden».
En 2011, fue Cristina quien tomó la posta sobre el asunto en la inauguración de la Universidad Arturo Jauretche, en Florencio Varela. «Lo importante es que sepamos que esto de la edad no es una política de seguridad, es en todo un instrumento o una adecuación de los tiempos», sostuvo, y argumentó: «los jóvenes de 18 años no son hoy los jóvenes que éramos nosotros a los 18 años ni tampoco los de 14».
Incluso, se permitió decir a continuación que si se bajó de 21 a 18 la mayoría de edad, «hacer una reducción de 16 a 14 parece lógico». «Sin desgarrarse las vestiduras pero no engañando a nadie (respecto) que esto sea una solución ni tampoco creyendo que podemos tener un régimen penal similar para jóvenes de 14, 15 o 16 años que para los adultos», concluyó.
Fuente: LaPoliticaOnline.com