Emmanuel Macron está nuevamente en el ojo de la tormenta. La designación de un primer ministro conservador, Michel Barnier, que aún no fue validado por el Parlamento, generó una fuerte crisis institucional que ahora podría forzar su salida.
Según la izquierda, lo que dispara la crisis es la decisión de Macron de no respetar la voluntad popular y nombrar un premier en acuerdo con la extrema derecha es causal de impeachment. .
Macron busca un acuerdo con Le Pen para impedir un gobierno de la izquierda
El Nuevo Frente Popular, la fuerza de izquierda mas votada en las legislativas de junio, hizo vale su mayoría aprobó un proyecto para comenzar a debatir la destitución del presidente.
El texto fue firmado por La Francia Insumisa de Jean Luc Melenchon, los ecologistas y el Partido Comunista. En el caso de los socialistas aclararon que votarán «por unanimidad» en contra de un procedimiento que consideran «condenado al fracaso» en otra señal de tensión con los de Melenchon.
«Esta moción y este debate son una declaración de guerra a nuestras instituciones», reaccionó, por su parte, Gabriel Attal, ex primer ministro y ahora jefe de grupo de los diputados del partido macronista llamado Juntos por la República.
La propuesta de destitución se enviará a la Comisión de Derecho, sin embargo, tiene muy pocas probabilidades de prosperar ya que la izquierda está en minoría tanto en la comisión como en el hemiciclo, donde el impeachment debe ser aprobado por mayoría de dos tercios.
Para ello sería necesario, en particular, el apoyo de la extrema derecha, pero la líder del partido Agrupación Nacional, Marine Le Pen, ha denunciado una «maniobra de humo» de «la extrema izquierda» para «intentar hacer olvidar sus numerosos compromisos con el macronismo».
Macron impuso a la presidente de la Asamblea y la izquierda lo acusa de violar el reglamento
Melenchon dijo en un video publicado en redes sociales que «el juicio político al presidente Macron ha comenzado. El 21 de septiembre nos reuniremos en toda Francia para sacarlo adelante. Ninguna democracia puede dejar de lado lo que decide el pueblo».
A pesar de contar con dificultades para su avance, en la izquierda considera la maniobra un éxito porque de llegar al pleno, sería la primera vez en toda la historia de la Quinta República que el Parlamento pondría en discusión su continuidad.
Fuente: LaPoliticaOnline.com