Los bloques de Miguel Pichetto y la UCR se preparan para una rebelión contra Martín Menem, que volvió a convocar a sesión para este miércoles con el mismo temario que la semana pasada pero con un agravante: no incluyó el pedido de ampliación del presupuesto universitario por el que reclamaba abrir el recinto el radicalismo. Tampoco incorporó el tratamiento del DNU de incremento a los fondos reservados de la SIDE cuya discusión vienen agitando Nicolás Massot y Emilio Monzó.
Las dos bancadas tienen agendada sus reuniones de bloque para este martes. Entre los radicales, dijeron a LPO que algunos legisladores se resisten a sentarse a sus bancas. «Es una probabilidad que no demos quórum», admitió uno de los diputados consultados para esta nota.
En el caso de Hacemos Coalición Federal, rebautizado Encuentro Federal desde la semana pasada, también reconocieron que abordarán esa disyuntiva en la reunión de bloque. Cerca de Pichetto admitieron que si los temas no variaron, no habría razones para dar quórum.
De hecho, la bronca del rionegrino se tradujo en un comunicado de prensa que renegaba de la «agenda de los extremos» que, supuestamente, proponen los libertarios y los peronistas.
Hasta donde supo LPO, Pichetto sería recibido por Menem durante la tarde del lunes, en un intento del riojano por acercar posiciones.
La citación a la sesión planeada por el oficialismo para este miércoles incluye, sin embargo, el proyecto de ley para declarar la esencialidad educativa, un expediente impulsado por el macrista Alejandro Finocchiaro y promete un debate espinoso. Con eso, los libertarios se garantizan la presencia del PRO en el recinto pero sin el concurso de radicales, que suman 34 diputados, y el pichettismo, que reúne a 31 en su versión de interbloque, no superan las 80 voluntades.
En un despacho libertario, describieron el escenario con preocupación. «Se trabó el Congreso, faltar al compromiso que hicieron con Pichetto le va a salir caro al país», expresaron ante LPO.
La búsqueda del quórum, en la jerga del Congreso, es una tarea que corresponde a quien convoca. De modo que ni el radicalismo y el pichettismo, mucho menos el peronismo, juntarán los legisladores necesarios para llegar a los 129 que habilitan el inicio de una sesión.
Pero la cuenta es más inquietante para el oficialismo frente a la convocatoria de la bancada de Pichetto para discutir el decreto de los fondos reservados. Si garantizaran asistencia perfecta, los 31 de su interbloque más los 99 peronistas llegan a 130, un legislador por encima de la mitad más uno.
La impugnación del DNU cosecharía también el voto de la izquierda y tal vez una decena de radicales, lo cual redundaría en nuevos dolores de cabeza para el gobierno.
Al cierre de esta nota, fuentes libertarias minimizaban el riesgo de la eventual falta de quórum o la parálisis parlamentaria, como si no les importara que cayera el decreto de los 100 mil millones de pesos para la SIDE ni los apurasen con plazos para votar auditores. «Si cae el decreto, incluimos las partidas en el presupuesto 2025», dicen, y agregan que para la AGN les interesa «evitar una mayoría opositora» a toda costa.
Fuente: LaPoliticaOnline.com