La cuenta regresiva para el estallido final de PRO Córdoba ya comenzó. Y todo parece indicar que la eclosión será en abril porque los motivos son varios: la nacionalización de las elecciones porteñas, con el consecuente desparrame en el interior; la guerra de la lapicera por el armado de las listas en cada distrito; la casi imposibilidad de una alianza entre amarillos y libertarios, sumado al siempre complejo del microclima del PRO en Córdoba, dejaron a la fuerza que supo pintar y timbrear toda la provincia mediterránea bajo un coma irreversible.
Tendencia que ni siquiera el paso del expresidente Mauricio Macri pudo modificar. O, en realidad, lo que es peor aún, porque la escala del titular del PRO acrecentó el malestar de la dirigencia y no supo contener lo poco que le queda.
Antes del almuerzo en la Bolsa de Comercio con la ya reiterada frase sobre la escasez de milanesas con el presidente Javier Milei, Macri intentó aglutinar la tropa propia con una reunión en La Calera con gusto a poco.
Casi como un espasmo de una fuerza al borde del final, reunió a poco más de un centenar de dirigentes que se sentaron detrás de las primeras filas reservadas para Soher El Sukaría; Laura Alonso, la interventora que hizo su primer y único desembarco en Córdoba bajo ese rol y Adela Arning, la controvertida intendenta de Mendiolaza que quedó al borde del proceso de revocatoria en su localidad.
Bullrich empujó una alianza con los libertarios en Córdoba: «la naturaleza es converger»
La pata bullrichista que se juntó el jueves con la ministra de Milei ni pisó La Calera, aunque Laura Rodríguez Machado sí estuvo en la Bolsa; y algunos jóvenes del Nuevo PRO, enfrentados a Sukaría, tampoco asistieron a la reunión en el Gran Córdoba.
Lo resuelto ahí fue que Henry Blas Leis, un dirigente de Sukaría, asuma el rol de interventor del partido, pero esto abre fisuras con el resto. Incluso, con los que dicen estar dentro del macrismo y reconocer el liderazgo nacional de Macri, y a pesar de que se definió todo porque el propio Mauricio abrió el juego para que al interventor lo eligieran «los de Córdoba».
«Esto no pasa de abril, ahí se rompe todo. Bullrich se va a llevar a Rodríguez Machado a jugar en una alianza con los libertarios de manera directa, detrás de ella van a ir varios, por lo menos Ignacio Sala y Jéssica Rovetto Yapur, que son legislador y concejala. Y Mauricio tratará de agarrar hasta que aguante», dijo una fuente presente en la reunión privada de La Calera esta mañana.
El desconcierto para Macri fue tal, que incluso se notó por la manera en que ingresó al salón principal de la Bolsa de Comercio: sin un anuncio, con la gente aún parada y en un saludo personal que sorprendió al propio Oscar Aguad. «Estás raro», le dijo su exministro de Comunicaciones y luego de Defensa.
Bullrich en Córdoba con el libertario Bornoroni.
Dicen que ‘el Milico’, al finalizar el almuerzo, estalló de bronca porque Macri no nombró a su yerno, el radical Rodrigo de Loredo, entre los diputados que «acompañaron el cambio y las reformas de este gobierno». «Este pelotudo podría haber nombrado a Rodrigo, se acordó únicamente de los de él», lanzó Aguad a la pasada a un interlocutor circunstancial.
Lo que vino después fue aún más frío para con el jefe del bloque de diputados de la UCR. «Con el señor De Loredo tenemos diálogo», soltó Macri en una breve e incómoda rueda de prensa al final. Casi como para demostrar que no le gustó enterarse del coqueteo del radical cordobés con Santiago Caputo para alcanzar un lugar en la lista.
La única mención de Macri para las bancas en el Congreso fue al bloque PRO y dentro de eso, a los puros. Obviamente, no hubo ni una sola mención al senador Luis Juez, con quien todavía le dura la bronca.
Hacia adelante, queda saber si Bullrich engordará tanto lo propio como para exhibir una territorialidad que le asegure casilleros expectables en la lista cordobesa. Algo que parece dejar tranquilo al diputado Gabriel Bornoroni en Córdoba, porque libera el camino de potenciales rivales 2027 en la pelea provincial, pero que inquieta a los Menem.
«Hay que tener ojo con el armado de las listas, no es para cualquiera y no se puede ser inocentes. Porque después, el ‘1′ cuando se enoja con los que están en el Gobierno los limpia sin problemas y, ¿nosotros le vamos a dar casilleros sin que queden a tiro de decreto a tipos que responden a quién?», se preguntó un libertario con llegada al triángulo de hierro.
Fuente: LaPoliticaOnline.com