La Cámara de Diputados sigue pateando la discusión sobre la sanción a los diputados de La Libertad Avanza que visitaron a Alfredo Astiz y otros genocidas en el penal de Ezeiza.
Tras una votación fallida en la sesión del miércoles, la Cámara baja suspendió este jueves una reunión de la comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento donde se iba a discutir el asunto.
La comisión que preside la macrista Silvia Lospennato estaba citada para el mediodía pero fue aplazada sin fecha con la excusa de que la sesión se extendió hasta esta mañana, tras más de 20 horas de debate. Lospennato suspendió la reunión y avisó que en el transcurso de la jornada informará la nueva fecha, que sería la próxima semana.
Más allá de la excusa atendible del horario en que terminó la sesión, lo cierto es que en Diputados no parece haber demasiado interés en sancionar a los que participaron de la excursión. Ni siquiera por parte del peronismo, que ayer hizo el acting empujando una moción que sabían perdida.
En la Cámara baja corre cada vez con más fuerza la sospecha de un pacto secreto entre el oficialismo y el peronismo, revelado en exclusiva por LPO la semana pasada cuando el bloque de Unión por la Patria ayudó a que se caiga la sesión en la que se iba a repudiar a los libertarios, al mismo tiempo que metía en el freezer los proyectos para sancionarlos.
La jugada generó duros reproches internos en ambas bancadas y fue negada por algunos diputados, pero con el correr de los días se fueron sumando nuevos indicios de que el entendimiento es concreto.
El primer indicio fue que el kirchnerismo no dio quórum la semana pasada, pero más elocuente fue que luego se supo que en la reunión de Labor Parlamentaria el jefe de bloque, Germán Martínez, sugestivamente aceptó retirar sus propios proyectos para crear una comisión especial de investigación.
LPO había revelado antes una reunión secreta entre Martínez, Cecilia Moreau y las libertarias Marcela Pagano, Lourdes Arrieta y Rocío Bonacci, estas últimas dos fueron parte de la visita a genocidas. La idea, según trascendió, era buscar alguna salida para salvarlas. La revelación de esos contactos enfureció a Pagano, que amenazó a este medio con un juicio.
El tema del presunto pacto está generando un ruido muy fuerte en el bloque de Unión por la Patria, donde hubo diputados que se cortaron con proyectos propios para sancionar a los libertarios pero tampoco tuvieron eco. Pero además está provocando una queja muy sonora de los organismos de derechos humanos, que reclaman por ahora sin éxito un castigo ejemplar para los diputados que participaron del tour a la celda de los genocidas.
Fuente: LaPoliticaOnline.com